¿Es esta mi debilidad?
¿Deseo conservar todo como
era en los inicios?
Nunca entendí como el amor pueda
implicar la posesión
Apropiarse del ser amado...
¿Expropiarlo?
Aquello que se une a vos suele cambiarte
O no
Ella era el placer de vivir
Tenia una aureola de limpieza
De desenvoltura
De descuido
De audacia
De apertura a todo lo nuevo
Y él lo ignoraba completamente
Era joven
Vivía de lo que le inspiraba la jornada
Intentaba dar al otro todo aquello que
deseaba
Y lo hacía con fantasía
Sostenía la superioridad de lo
deportistas
Por sobre los intelectuales y los
militantes
Y hacía el elogio de
los homosexuales, de los ladrones
Y de los locos
¿Transformar la poesía en acción?
¿Inventar continuamente la propia
existencia?
La deliciosa vorágine del desprecio
El tiempo suspendido
La perpetua exaltaciòn de la
infancia
Las propias necesidades reducidas a lo
indispensable
Eran sus principios
(Dignos de un Diógenes)
Juntos habían soñado cambiar las
reglas
Sin importarles las ya existentes
“Las torpes leyes de la moral burguesa”
Y sobre todo un nuevo y diferente modo
de amar
Al capitalismo sentimental
Oponían un cierto “comunismo”
Esto de la exclusividad en el amor...
¿Sería bueno para los dos?
A veces si...
A veces no
¿La simulación es útil?
¡Franqueza!
Seguir siendo uno mismo cuando se ama
No mudarse en el otro
No vivir juntos demasiado tiempo
Saberse dejar
Para poder reencontrarse...
¿Comerse al otro?
¿Hacerse devorar por él?
¿Hacerse devorar por él?
Suele ser indigesto
Es bello amar y dar cuanto podemos
Pero no impedirlo al resto del mundo...
Ella nos había contado de sus
compartidas quimeras
Con inmutada
Conmovida, participación
Apenas velada por una ironía
enternecida...
Habría querido escribir el poema épico
De aquellos años ligeros
De aquella circularidad del
deseo
De aquel amarse por propiedad transitiva
Sin jamás mentirse
Sin jamás traicionarse
En la búsqueda de una nueva
Y rigurosísima
Revolución moral
Y rigurosísima
Revolución moral
Texto: Eduardo Magoo Nico
En la foto: Franziska zu Reventlow
1 comentario:
¿Vuelta al romanticismo o nunca dejaste de serlo, Magoo?
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