miércoles, febrero 11, 2009

Granadillas de la Pasión


Escribir, escribir sobre ciertas cosas

Escribir como dictando

Estando ya muerto

Hace tanto contra el tronco

Quebrado

Ver abrirse en el ojo fijo el fruto más deseado

Mies y miel

Manzana y grano

Una tierra soñada que siempre sangra

(Bajo los muros que hacen sombra al Albaicín)

Algo de acre hay

De amargo

La piel que separa las descargas

El cornetín peloso y peliagudo

 

Volver a la vaca y al ordeñe

A pasarme las tardes

En la horqueta de un quinoto

Habría que dormir y no seguir soñando

Una siesta larga y profunda

Para seguir la cuenta, por donde la dejé:

Ochenta y tres moscas

Sobre los muslos sudados, la sangre dulce chorreando

Chas! Ochenta y cuatro…

Las culeadas en el galpón del tractor 

Contra la montaña de marlos

Y esa hija montaraza de un tambero

Que montando en pelo

Me ayudaba a encerrar las ovejas

 

Estaba en la edad, la Niña

(Bastante más grande y fuerte que yo)

En que buscaba en brazos más tiernos

Que los de su viejo Tata

Algo parecido a ese amor

De las foto-novelas

Uribelarrea

El almacén de los Urreta Vizcaya

Y un fondo espejado de jagüel (misterio infinito)

Donde cambié las aguas

En su reflejo quedaron para siempre

Mis armas:

El arpón jeringa, la caña, la gomera, la trampa

El rifle del doce

 

Aguas de la concupiscencia

Amorosas aguas de los ahogados

Son las que me envuelven

Sudario y alimento

Vano dolor buscado

Las mazorcas de dientes azules

Vienen a confundirse ahora con tu mirada negra

Proserpina

(También entonces dejé pasar mi suerte)

No hay cobardía que no se explique

Somos buche, pudendas, corazón, material blando

Y esto es lo primero que se pudre

Sólo los huesos y partes duras quedan

Y del ánimo no hacemos caso

 

Hasta que vemos suspendida y blanquecina

Como estas nubecitas gordas…

Un alma

Es este un país tan vencido

(Tan poblado de almas)

Que las andamos topando

Que ya no caben

 

Y así por el diente

En la boca abierta hubo el grano

Rojo en la punta y blanco en el nervio

(Espuma de hechos perdidos)

(Pañuelito empapado de azafrán)

En tu sombrero reconocí

La cinta trenzada con las granadillas

 

Cuando el fondo de los mares pueda ararse

Los muertos vuelvan a la vida

Y los presos con injusticia estén en libertad

Entonces, tal vez te deje (te dije)

Y con gran pesar



Texto: Eduardo Magoo Nico.

Audio y voces: Héctor Ledo 

Ilustración: Gustavo Piccinini - Guti 

PS: Vaya este pequeño homenaje de los autores al amigo Palo Pandolfo, esperando que del mismo 

"palo", resulte la astilla.