lunes, enero 12, 2009

Uvas blancas





Aquel hípico vareo
Será nuestra boda entre caballos
Tome por donde tome
Todas son desviaciones
Nuestra vida: Delta
Basta un delicado revoleo de lengua caballuna
Entorno a tu peoncito de marfil
Y ya en las hondas sedas de tu pecho yeguarizo
Mi matungo querrá internarse
¡Todas son desviaciones!

- La doma les encanta a los polacos
Y tener un Papa, ya lo ves, les ha sentado de maravillas...
- (...)
- Todo cristiano verdadero merece la crucifixión
- (...)
- ¿A vos te gustaría que te embalsamen?
- (...)

Fragmentos de intemporal delirio
Declamaba Dionisio hasta alcanzar sosiego
Reencarnado esta vez
En la persona del Gauchito Gil
Depuso entonces su antorcha de pino 
El viento trajo su borrascosa brisa
Y enfrió la corriente del río 
Que incendiaba las olas

- ¡La caballada no tiene ande pastar en estos peladeros, hay que echarla entre los juncos, a los camalotales...!
- (...)
- ¡Meta Milonga y Pala Pala, pa levantar la moral a la tropa!
- (...)
- Y usted, ¿qué anda escribiendo? Siempre mirando pa' dentro, como los pichiciegos...
- (...)
- ¡No hay que asustarse con las palabras, le digo! Llamelé jazmín a la mierda y apestará lo mismo
- (...)

Con la canción vino el habla
Llenó de sonido la inmensidad
El Gauchito se pasea entre la gente
Sabe qué piensa cada uno:
Lo huele
Es un perro que no se deja engatusar
¿Un olor erróneo?
El olor de la vergüenza

Lo invade un sentimiento conocido:
Apatía
Indiferencia...
Cada vez resulta más difícil
Más difícil
Con gente reducida a un estado semejante:
¿Cómo encontrar las palabras?
¿Cómo encontrar la música que traiga de vuelta
A los muertos?

El fracaso hace que un hombre
Entre en sí mismo
Considere los recursos de que dispone
Yo: el que se escribe
Demasiado viejo para aprender lecciones
Me convertí al desamparo
Austeramente
Por convicción
Como otros lo hacen con el vicio

Vuelve del vuelo el tucán perezoso
A posarse en los árboles truncos
La palabra crea el mundo
Y así, en la Oración
El Gauchito ha llegado al punto
En que las palabras hacen humanidad
Se echan a rodar por la sangre
Se visten como sangre, y no como lenguaje

Una centella cae
Queda entre las hojas...
Los animales las comen
Se ponen violentos
La tierra, que se ha tragado a los hombres
Empieza a rugir como el trueno
Una fuerza extraña soporta mi cuerpo
En el blanco gemido del alba

Entonces yo embestí la Luna
Hasta hacer temblar sus vides
Y después, con el granizo
El Gauchito armó su Farra




Texto: Eduardo Nico (Magoo)
Ilustración: Gustavo Piccinini




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