Extraña historia la de esa gente
Que ha migrado a alguna parte
Permaneciendo
Bajo otra forma
En el mismo sitio
Y han formado allí su ausencia
Como seres de otro mundo
Sudor eterno
Licor incorruptible que todo lo penetra
El que se fue
(El indigno)
Solo miente a medias
Carece del olvido suficiente
Ignora el sentido de los hechos
Son migrantes secretos
Están y no están donde parecen estar
No pueden ya levantar la mano
(Gatean)
Como tránsfugas de todo pelo y marca
Han echado raíces en el suelo
Son cantos rodados
Gente sembrada
No hay grito de hombre o mujer
Lloro de criatura
Ladrido de perro
Que logre conmoverlos
Nada más están ahí
Sin vivir ni morir
Sin esperar nada
Como bultos nos estuvimos mirando
Entre dos andenes
Casi borrados por la humareda
Él desde un tiempo de antes
Yo desde el tiempo de ahora
Volvió como yo, hecho un anciano
Agachado hacia el suelo...
Buscando el habla perdida
Sin pelo
Sin ropa
Enfermo
Separado de su pueblo por accidente
(O por vocación)
Ha vivido amañando elementos ajenos
Con los cuales cada tanto se entroniza
Aquí y allá
Cómicamente
La verdad, cuando se estriba
Exige mucho más apoyo que el error
(Las riendas tensas)
Lo subí al sulky con Federica
Y me lo llevé pa’ las casas
El barro ya me chupaba hacia adentro
En medio de la lluvia y el viento
Cuando vi al Oscuro (estoico)
Que me esperaba impaciente...
Con un relincho seco me hizo saber
Que esta vez, también él
Estaba de acuerdo
Texto: Eduardo Magoo Nico
Foto: Alejandro Pi-hué
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