lunes, octubre 31, 2011

Marina Tsvietáieva II



INTENTO DE CELOS

¿Cómo se vive con otra?
¿Es más sencillo? ¡Golpe de remo!
Como la línea del borde
pronto se aleja el recuerdo.

De mí, isla flotante
Por el cielo –¡no por aguas!
Almas, seréis sólo hermanas.
Almas, ¡no seréis amantes!

¿vive con una mujer
sencilla? ¿Vive sin ídolos?
Ha depuesto a la reina,
la ha bajado del trono.

¿Cómo estará –se inquieta–?
¿Estrecha? ¿Se levanta?
El impuesto de la inmortal vulgaridad,
el pobre ¿cómo lo paga?

“Paréntesis, convulsiones–
¡Basta! Alquilaré una casa”.
Mi elegido,
¿cómo vive con cualquiera?

¿Más natural y digesto
su pan? No se queje si harto.
Usted, que pisó el Sinaí,
vive con un simulacro.

¿Cómo vive con una extraña,
Una de aquí, su costilla de Adán?
Rienda de Zeus, la vergüenza,
¿no le azota la cabeza?

¿Y de salud, cómo está?
¿Puede vivir y cantar?
La úlcera de la inmortal conciencia
¿cómo la domina, el pobre?

¿Cómo vive con productos
de mercado? ¿Es fuerte el impuesto?
Y del mármol de Carrara
¿cómo terminó en el polvo?

¿De yeso? ¡Un bloque tallado!
Dios, ¡y totalmente roto!
¿Cómo vive con mil tres
el que conoció a Lilith?

¿La novedad del mercado
Lo satisface? Harto de maravillas.
¿Cómo vive con una
Mujer terrestre, sin sexto

sentido?
De verdad, ¿será feliz?
¿No? En un hueco sin fondo.
¿Cómo estás? ¿Cada vez peor?
Igual que yo con el otro.

19 denoviembre de 1924



Nostalgia de la patria: ¡qué fastidio!
Después de largo tiempo delatado.
Ya me es indiferente
dónde sentirme sola.

Caminar sobre piedras,
a casa con la cesta.
La casa que no es mía:
hospital o caserna.

Me da igual quién me mire
como a un león cautivo.
Cuál es el clan humano
que me ha expulsado –siempre–.

Muy dentro de mí misma,
oso polar si hielo.
Dónde no poder convivir (¡ni lo intento!).
Dónde me humillarán –da lo mismo–.

No, mi lengua natal ya no me engaña,
ni materna, me engaña su llamada.
Ya me es indiferente en qué lenguaje
no seré comprendida por el hombre.

(Lector, devorador de toneladas
de periódicos, adicto al cotilleo…)
Él es del siglo veinte;
Yo: ¡fuera de los siglos!

Enhiesta como un tronco,
resto de la alameda.
Todo y todos iguales,
igual indiferencia.

Lo natal, lo pasado,
rasgos todos y marcas:
toda fecha borrada–
donde ha nacido el alma.

Mi tierra me ha perdido,
y el que investigue, astuto,
el ámbito de mi alma –¡mi alma toda!
no encontrará la traza.

Las casas son ajenas y los templos vacíos.
Me da todo lo mismo.
Mas si aparece un árbol
en el camino, un serbal…

3 de mayo de 1934



Cuando miro las hojas caer
y rodar sobre las piedras,
arrastradas –como por el pintor
que da en su cuadro la última pincelada–,

pienso que (ya a nadie le gusta
mi semblante, mi aspecto pensativo),
descaradamente oxidada y amarilla,
una hoja en la rama quedó olvidada.

Octubre de 1936



VERSOS A CHEQUIA

8

Lágrimas en los ojos:
¡de cólera y amor!
Está Chequia llorando
y España ensangrentada.

¡Una montaña negra
recubre todo el mundo!
Ha llegado la hora:
¡despide al creador!

Me niego a formar parte
del Bedlam inhumano.
Me niego a convivir
con lobos, en la plaza.

Me niego a aullar
con bestias de los valles,
y me niego a nadar
río abajo, de espalda.

Prescindo de orificios
para oír, de ojos para ver.
A tu mundo sin juicio
mi respuesta: renuncio.

15 de marzo-11 de mayo de 1939



¡Ha llegado la hora! ¡Ya soy vieja
para este fuego!
Más viejo es el amor.
¡Tiene cincuenta eneros
la montaña!
–El amor es más viejo:
Es viejo como un fósil o como una serpiente,
y más viejo que el ámbar de Livonia,
más que todos los barcos fantasmas,
más viejo que las piedras y los mares.

Más viejo que el amor
el dolor, en mi pecho.

23 de enero de 1940



Fuente: Marina Tsvietáieva, "Antología poética". Poesía Hiperión. Madrid, 1996.