En los antiguos tiempos
La tierra nos ignoraba tanto o más que hoy
En cuerpos que temen ya la tumba
He encontrado la vida
Que anhela la vida
Yo nos veo danzando con nuestros hijos
En el espejo del agua
La mano en la mano
Jugando sin saberlo
Ustedes me han regalado la sed más profunda
Amigos
Siento el agua viva, y cuando la bebo
Ella también me bebe
Me han dado muchísimo y lo ignoran
Amigos amados
¿Pero cómo habría podido yo descubrirlo
Sino con la ayuda de la distancia?
Siendo extranjero
¿Por qué buscas lo imposible?
Me preguntan
Ven aquí, y sé como nosotros...
Pero el cazador ha sido también la presa
El volátil fue reptil
Aquello que somos demora sobre los montes
Y erra imperceptible en el viento
La vida está más allá
Es todo lo que vive...
Creo, sin embargo
Que si lo que digo
Es una parte de la verdad
Debería revelarse en una voz más clara
En palabras más afines a nuestro pensamiento
Querría volver a volar y partir
Nuestra forma de amar
(La de cada uno)
Nace en la más tierna infancia
Mi amor (como la niebla)
Ha recorrido tantos caminos
Los ha conocido en la alegría y en el dolor
Para ustedes, yo quise ser como un valle entre montañas
Y estos arroyos que me atraviesan, cantarán aún
Más dulces que una sonrisa...
Cuando yo haya muerto
Me alcanza ahora la sombra de un hombre inmenso
Del cual todos nosotros somos células y nervios
Un hombre cargado de flores
Como un roble gigantesco
Cuya fuerza nos ata a la tierra
Y libera en el aire su fragancia
Ciertamente, mis amigos se parecen a un Océano
Y se comportan como las Estaciones
¿Y qué cosa es la palabra, si no la sombra de algo conocido
Que no ha podido expresarse?
Tal vez el cristal que nos separa
Es solo niebla que desvanece
Y esa palabra inexpresada que nos une
Es el más preciado bien
De todos los bienes que hayamos podido recibir
Estando juntos
Texto: Eduardo Alberto Nico (Magoo).
2 comentarios:
¡Gracias Eduardo! ¡Vos también estuviste presente!
Nico querido "Gracias".
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