El agua brilla en los reverberos
Hiede a limo de playones recalentados
Me lleva hacia allí la canoa
Que calafateamos con Quiroga
Hace ya casi un siglo
La embarcación atraviesa un campo
De Victorias Regias
Los pimpollos de seda
Chupan la luz...
En las pestañas untuosas
Parpadean puntos fríos
Más negros que las alas de un cuervo
Absoluta inocencia hay en ellas
Puedo sujetar el tiempo con la flor
Dormir debajo del agua
Pero aún con la luz del mediodía
Mi plumaje permanece nocturno
Estoy muy dentro aún
Mi mente toma la forma de las cosas
Voy bogando en la canoa
Donde se empolla lo que no es
El temblor de las alitas
Apenas sacude los nidos
Las cosas erran tanto como yo
En el presagio de lo no cumplido
Es preciso releer
Corregir hasta el último pelo...
Tras la postrer gota de sudor
Una primera verdad
(Clavada en el fondo)
Me sacude:
¡Todavía no hay humanidad!
Foto: Horacio Quiroga, 1926. Archivo General de la Nación Argentina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario