Hubo un dios-planta de los arios
Aunque entre ellos no creciera fácilmente
Los mayas lo adoraban
También los nahua y los siberianos
Los finlandeses y los lapones
Soma, Una Gamba, Ojo Único
Con la lengua en la panza y en pedo
Lo llamaban Segunda Vista
Los escoceces
En una velada
zapoteca
Si una joven mujer desaparecía
Él te decía donde encontrarla
Si un burro caía en un barranco
Él te ayudaba a hallarlo
Y si un muchacho se ha escapado
Y nadie sabe de él
Él te dirá como se encuentra
Tres ruegos conlleva su sacrificio
Uno es para la Tierra Madre
Uno para el Gran Rayo que lo originó
Uno para el Rayo que le echó sangre al Piule
Así, el no nacido de semilla crecerá
Kakuliá es como lo
llaman
En el mercado de Antigua
Donde se lo distingue
Como a los griegos de ayer
De sus vecinos de hoy
En ese mercado se dice
Que los Nahuales preguntaron a los Doce Árboles Sagrados
Quién de ellos quería gobernar sobre la tierra
Y sólo uno aceptó el encargo
El más chiquito llamado Chipi
El hermanito
Parece que al Chipi un sueño le había dicho
Que debía buscar el lugar donde el palo de pito crece
Entre muchos hongos enanitos
Cuando Chipi encontró el lugar
Vio el palo todavía humeante
Partido por un rayo
Y dentro de él un rostro entero
Descubrió tallando
De cada corte salió un quejido
Y con cada quejido, la entonada voz
De un canto:
Kakuliá Huracán,
Chipi Chipi Kakuliá, Raxa Kakuliá
"El primero Con
Una Pierna Sola
El segundo Rayo
Enano será
El tercero es la
Luz Verde"
Dijo la saeta
Y todos vieron luego
Que lo que reunidos hicieron
Era el sagrado
corazón de los cielos
Grande como un halcón
E hijo del Padre-Madre
Entonces dijimos:
"No pretendemos
entenderte
Y sin embargo no
te malinterpretamos
Lenta y
dulcemente
Lo más dulcemente
que podamos
Te masticaremos
Y pediremos
Que corra por
nosotros una gota de tu Cuerpo"
Mas luego Ella, así quiso iniciarme:
"Bebe esta gota
que yo obtuve masticando
Machacando con
mis dientes, junto al trigo
La hogaza, la
cebada, los elogios
Y la sabiduría de
los Savia
Visión genuina
Es este dios
solitario
Una inmensa
reunión en torno a un trueno"
El Mysterium Tremendum
No emana sólo de cada objeto
Indistintamente
Sino de los objetos más destacadamente
Banales
Una puerta cualquiera
Apenas se entreabre
No sólo vemos la puerta
Sino lo que está detrás
La sinfonía del espacio-tiempo
Tiene entonces su Obertura
La puerta es como un espejo
Que nos devuelve su imagen
Hasta que ella misma se vuelve transparente
(Nuestro presagio
la transparenta)
No está por entrar este u otro acontecimiento, o
personaje
Con su séquito de felicidad, o infelicidad
Es el Tiempo el que se corre
Como un cortinado
Y es a través de ese marco que el Destino
In summa
Como Montaña
Nos proyecta su sombra
Texto: Eduardo Magoo Nico
(En "Puros por cruza" , El fin de la noche, 2011, Buenos Aires, pag. 89)
4 comentarios:
Que bueno Eduardo!
Precioso!
Hermoso, me hace pensar en los pueblos imaginarios etnografiados x Michaux
Tremendo
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