Como
una raya
En
la profundidad del mar
Me
deslizo silencioso
Sin
mover apenas un ala
Muy alto
Sobre
la superficie del agua
Todavía
veré, quizás, en mi viaje
Como
cuelga la lluvia en el barranco...
Dorada
como la hiedra (cuelga)
Así
yo, sobre el lago
En
la umbrosa orilla sin ramas
Mientras
los amigos de un tiempo
Se
elevan lentamente como aviones
Entre
cisnes y avutardas
Evanescente
y liviana, se hace sentir
Cerca
de mí, una Alegría
Fue
entonces cuando tu mirada temerosa
En
medio de la deslumbrante obscenidad
Me
empujó como una pared de agua
Para
dejarme allí encajado
Gimiendo
largo tiempo entre las rocas
Veo
ante mí los
alados vertebrados de la historia
La
nervadura de mi vida pasada
Una
carta desgarrada virtualmente
Y
en la memoria de los peces
El último centelleo de un volcán
Texto: Eduardo Magoo Nico
Foto: Alejandro Pi-hué
No hay comentarios.:
Publicar un comentario