Deja que otros remos desordenen las aguas
Pronto la luna encenderá su lámpara
El timón lo llevará con gracia
Una jovencita que conoce el rumbo
Yo sé que un día ella
Escarbando con sus afilados instrumentos
Desentrañara cada una de las citas
Que enclavadas como gemas
En cada verso o polis, derrrumbada
Profundamente en el olvido
Testimonian que una vez hubo una historia
De la que fuimos parte
Cuando el cambio o la mutación
Lo habrá destruido todo
El recuerdo de aquello que amé
Será para ella mi única herencia
Del resto se hará un gran cúmulo
Que devorarán las llamas
O cubrirá la vegetación invasora
Y en ese gran amasijo
Irredimible
De basura y escoria
Tal vez quedará
La entera porción de un resto
En el que lo Bello podrá desplegarse
Y por la mediación de un último poseído
Obtener
Su merecido
reconocimiento
Texto: Eduardo Magoo Nico
Foto: Gustavo Piccinini
3 comentarios:
Me encanto
El poema lo dice: lo bello se despliega en el texto.
hermoso texto..
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