Le dijo: ¿me das una seda?
Ella bajó los ojos y le ofreció sus tetas
Seducir una mujer
Estrangular un hombre
Sedas
Esa exquisita prenda encoge un poco
Después una peste infecta los huevos europeos
Viaja por tierra
Intuye una ninfeta
Otra morocha
Sólo se miran
Posan los labios en el mismo borde de la taza
Cada vez menos por los huevos
Y más por la muchacha
Vuelve al sesgo de esos ojos
De princesa india
(De un amito blanco no se hace un marido poderoso)
Un amor así…
Parece ser el elegido por los dioses
(Pero no lo digáis con énfasis)
Por lo que toca a la música:
Oyendo, seda
Una línea narrativa que sube y baja
Hecha como para leerse al tacto
Es temerario su exceso de elegancia
Apenas se sostiene entre los dedos
La túnica que por pudor nunca se puso
(Habrá lectores que pasan frío)
Momentos, en que desenvolviendo el último capullo
Nido del ruiseñor
Llegan a temer, que se haya sofocado
¡Tanto amor!
Temen, hasta que se encuentran
Con su larva viva
Un dolor
Les ata Ananké su nudo
(De seda)
En la garganta
Y vuelven al punto de partida
Amor perdido, posible amor
-¡Que talle tan esbelto! Dije.
-Sedas, mamón. Estoy buscando sedas…
Texto: Eduardo Magoo Nico
No hay comentarios.:
Publicar un comentario