Aquel hípico vareo
Será nuestra boda entre caballos
Tome por donde tome
Todas son desviaciones
Nuestra vida: Delta
Basta un delicado revoleo de lengua
caballuna
Entorno a tu peoncito de marfil
Y ya en las hondas sedas de tu pecho
yeguarizo
Mi matungo querrá internarse
¡Todas son desviaciones!
- La doma les
encanta a los polacos
Y tener un
Papa, ya lo ves, les ha sentado de maravillas...
- (...)
- Todo
cristiano verdadero merece la crucifixión
- (...)
- ¿A vos te
gustaría que te embalsamen?
- (...)
Fragmentos de
intemporal delirio
Declamaba
Dionisio hasta alcanzar sosiego
Reencarnado
esta vez
En la persona
del Gauchito Gil
Depuso entonces
su antorcha de pino
El viento trajo
su borrascosa brisa
Y enfrió la
corriente del río
Que incendiaba
las olas
- ¡La caballada
no tiene ande pastar en estos peladeros, hay que echarla entre los juncos, a
los camalotales...!
- (...)
- ¡Meta Milonga
y Pala Pala, pa levantar la moral a la tropa!
- (...)
- Y usted, ¿qué
anda escribiendo? Siempre mirando pa' dentro, como los pichiciegos...
- (...)
- ¡No hay que
asustarse con las palabras, le digo! Llamelé jazmín a la mierda y apestará lo
mismo
- (...)
Con la canción
vino el habla
Llenó de sonido
la inmensidad
El Gauchito se pasea entre la gente
Sabe qué piensa
cada uno:
Lo huele
Es un perro que
no se deja engatusar
¿Un olor
erróneo?
El olor de la
vergüenza
Lo invade un
sentimiento conocido:
Apatía
Indiferencia...
Cada vez
resulta más difícil
Más difícil
Con gente
reducida a un estado semejante:
¿Cómo encontrar
las palabras?
¿Cómo encontrar
la música que traiga de vuelta
A los muertos?
El fracaso hace
que un hombre
Entre en sí
mismo
Considere los
recursos de que dispone
Yo: el que se escribe
Demasiado viejo
para aprender lecciones
Me convertí al
desamparo
Austeramente
Por convicción
Como otros lo
hacen con el vicio
Vuelve del
vuelo el tucán perezoso
A posarse en
los árboles truncos
La palabra crea
el mundo
Y así, en la
Oración
El Gauchito ha
llegado al punto
En que las
palabras hacen humanidad
Se echan a
rodar por la sangre
Se visten como
sangre, y no como lenguaje
Una centella
cae
Queda entre las
hojas...
Los animales
las comen
Se ponen
violentos
La tierra, que
se ha tragado a los hombres
Empieza a rugir
como el trueno
Una fuerza
extraña soporta mi cuerpo
En el blanco
gemido del alba
Entonces yo embestí la Luna
Hasta hacer temblar sus vides
Y después, con
el granizo
El Gauchito
armó su Farra
Texto: Eduardo Nico (Magoo)
Ilustración: Gustavo Piccinini
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