miércoles, febrero 01, 2006

El rapto de Lila



Había llegado "una vez", el momento

De sumar un nuevo anillo

Al nudo de las serpientes

Sobre el cuerpo de lo visible

Lo invisible reafirmaba sus derechos

(A lo aislado separado y silencioso)

Ese otro mundo sin embargo

Culminaba en la más hermosa flor de lo visible

Esa flor era Pupila



El secreto de la serpiente

Fue transmitido de serpiente en serpiente

Hasta llegar a Zeus

(Serpiente)

Allí donde los perros no podían seguir las pistas

En una pradera surcada por el agua

Cerca del Etna

Pupila fue raptada



Cuando la tierra se desgarró

Ella contemplaba un narciso

Miraba el mirar

Mirando

Pues Lila es niña y es Pupila

Ella es la que ve

Y es aquella donde el que mira, encuentra

El simulacro del mirado



Sólo de este modo un griego podía entender

La máxima délfica

¿Cuál era el prodigio que encerraba el amarillo de esa flor?

¿Por qué adornaba al mismo tiempo la guirnalda de Eros

Y la corona de los muertos?

Lila atraviesa el umbral de una mirada

En la que se habría visto a sí misma

Su mano ya casi está por asirla…



Una escena repetida

Ya una vez un joven (llamado Narciso) 

Se perdió por un instante

En su mirarse a sí mismo

Esa Pupila que se vio en Pupila

Se abismó en lo Invisible

En ese umbral hubo un grito

Que aún dicen se escucha

Todo se ha disuelto, sólo los Misterios resisten



Hubo un funesto deseo

Hubo el rapto de una niña

Hubo un pacto de amor

Hubo el ojo de un invisible Otro

Hubo un reconocimiento irreversible

Ella cruzó el umbral

Que era el umbral de Eleusis


Texto: Eduardo Magoo Nico
Foto: Gustavo Piccinini




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